La blefaroplastia es una técnica quirúrgica que permite eliminar el exceso de grasa, piel y músculo que se forma por encima y por debajo de los ojos. Es una cirugía facial que puede corregir, las bolsas de los ojos, las ojeras y los párpados caídos, que dan al rostro un aspecto de cansancio y envejecimiento.
La blefaroplastia con láser es un procedimiento que requiere de conocimientos y un gran entrenamiento. El Dr. Carlos Rivera es un cirujano plástico en Colombia pionero en esta novedosa cirugía. Su diferencia más notable e importante con la blefaroplastia convencional consiste en que al realizar el corte con el láser en lugar de con el bisturí, el sangrado y el trauma sobre los tejidos se reducen al mínimo. Esto se traduce para los pacientes en un posoperatorio con menor inflamación, menor incomodidad y una reincorporación a la vida normal muchísimo más rápida.
La blefaroplastia con láser es para aquellas personas en las cuales se encuentra piel sobrante en los párpados superiores o inferiores asociado o no a bolsas de grasa y que hacen lucir la mirada envejecida y cansada. No es el procedimiento ideal para la piel pigmentada (ojeras) ni las arrugas finas causadas por envejecimiento solar, al igual que las arrugas causadas por la mímica facial y que se manejan con otros medios como toxina botulínica o rejuvenecimiento con láser.
Para realizar la blefaroplastia con láser se realiza una marcación previa del exceso de piel y la posible presencia de bolsas grasas. Bajo anestesia se realizan incisiones que quedan escondidas dentro del pliegue de los párpados superiores o bajo la línea de las pestañas en los párpados inferiores. Se procede a retirar el exceso de piel y las bolsas de grasa si las hay, revisando que no haya sangrado, para finalmente realizar una sutura con material que se retira alrededor de los tres a cinco días postoperatorios.
La ubicación de la cicatriz de blefaroplastia con láser es la misma que la cirugía de blefaroplastia convencional porque la técnica es la misma, por tanto, la cicatriz será ubicada en el pliegue del párpado superior, es imperceptible y prácticamente invisible, cuando se hace en los párpados inferiores la incisión se hace un milímetro por debajo de las pestañas y no es notoria.
Los rayos ultravioleta pueden producir inflamación y manchas en la piel por lo que se debe limitar su exposición por lo menos dos meses después de la cirugía para no afectar el proceso de cicatrización.
La cirugía de párpados con láser respecto a la convencional tiene mejor favorabilidad frente al tema del dolor puesto que éste se disminuye entre un 50% o más, ya que el láser hace que la inflamación sea menor y el procedimiento sea más llevadero para el paciente.
En promedio la cirugía de Blefaroplastia con láser tiene una duración de una hora.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local controlada o asistida por el anestesiólogo (bajo sedación) o anestesia general. Todo esto de acuerdo a la valoración pre-anestésica con el paciente en donde se definirá cuál es la anestesia más acorde para el paciente
El procedimiento es ambulatorio, no requiere hospitalización, sin embargo el paciente deberá permanecer 1 hora en recuperación, posteriormente tendrá salida.
Generalmente después de la cirugía de párpados hay una inflamación de la zona operada o equimosis (morados) alrededor de los ojos, lo cual exige un reposo total los primeros 3 días, luego de este tiempo el paciente puede iniciar actividad controlada; en aproximadamente 8 días está regresando a su vida normal.
Después de la cirugía se recomienda colocar compresas frías durante los primeros tres días, utilizar gafas oscuras hasta que se retiren los puntos, en caso de sentir resequedad utilizar lágrimas artificiales, evitar actividades que demanden esfuerzo físico durante los tres primeros días de postoperatorio, colocar compresas tibias después del tercer día de postoperatorio, evitar el uso de lentes de contacto hasta que se retiren los puntos y no exponerse al sol directamente el primer mes de postoperatorio.
Además recuerde que es indispensable asistir puntualmente a sus controles posquirúrgicos con el cirujano y tomar sus medicamentos según la prescripción médica.
Para los pacientes extranjeros el cirujano debe hacer recomendaciones en el tiempo de recuperación que conllevan a estadía dentro de la ciudad puesto que por seguridad del paciente se pide que éste debe estar mínimo 3 días antes de la fecha programada para su cirugía con el fin de tomar medidas de profilaxis o preventivas con el cirujano plástico y el anestesiólogo ya que el protocolo de seguridad indica que si el paciente viene de un viaje de 6 o más horas, debe esperar 72 horas para operarse ya que permanecer mucho tiempo quieto en el avión, afecta la circulación, y el riesgo de tromboembolismo en la operación es mayor. Esa simple medida preventiva disminuye en gran cantidad el número de complicaciones. Esta prevención es aconsejable para quienes vienen de Europa, Costa Oeste de Estados Unidos, Nueva York, Canadá, Argentina o Chile, quienes proceden de Miami, la espera baja a 48 horas.
Una vez operado el paciente el ideal es que no debe viajar antes de los 10 días puesto que los viajeros con procedimientos faciales pueden tener irritación en los ojos debido a la incapacidad para cerrarlos adecuadamente. La visión puede verse afectada debido a los ojos secos, lo que puede generar limitaciones en la adecuada y rápida ubicación dentro de la aeronave. Estos síntomas, junto con la ansiedad normal, que acompaña el itinerario de viaje, hacen aconsejable volar luego de la hinchazón facial causada por la condición quirúrgica. Aproximadamente a los 7 días, el paciente reduce la hinchazón y la equimosis (morados) y ha iniciado en proceso de cicatrización, es por tal motivo, que se aconseja realizar un viaje aéreo posterior a una cirugía de blefaroplastia de 7 a 10 días.
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